La expectación es un impulso que nos aleja de la experiencia actual
¿por qué un impulso?
La mente siempre quiere otra cosa,
no puede tener protagonismo en la experiencia actual. No existe.
En el Ahora la mente se aquieta y se sumerge en la Conciencia infinita.
Por eso ella va a empujar para ir hacia algo.
Para escaparle al instante, para no dejar de existir.
Para estar activa. Necesita lograr, desear otra cosa, moverse.
Se trata de eso el impulso.
Así surge la expectación, que es la ansiedad que se produce por la espera de algo.
Hemos ensayado este procedimiento tantas veces que ha pasado a ser un hábito,
es una manera de resistirnos a lo que se presenta.
Quiero que sea
Quiero que dure
No quiero que sea
Quiero que vuelva a ser
Quiero que llegue
Quiero que venga
Quiero que sea igual
Quiero que sea diferente
Quiero elegirlo
Quiero controlarlo
Así la vida se vuelve un proceso de devenir, de llegar a ser, de convertirse en algo.
Y eso significa que no veo plenitud por ningún lado, que es justamente lo que me brinda el instante, al que le estoy escapando.
Cuando apago todos los quiero me siento pleno y en armonía con el entorno.
No busco si me están dando.
A veces es permanente ese impulso de ir a buscar. No logro ver acá.
No reconozco el Presente. No veo la importancia de aquietar.
Así el ego se mueve permanentemente entre esperanza y decepción.
Y así el entorno, en lugar de armonioso, me parecerá un espacio amenazador.