No necesitamos mantras,
ni posiciones incómodas,
ni vestimentas extrañas,
ni saber algo de antes,
ni pertenecer a un grupo,
ni tener un origen sacro,
ni acudir a un templo,
ni adorar a una imagen,
ni conservar una creencia,
ni abolir un credo que ya tuvieras,
ni participar de rituales,
ni ingerir sustancia alguna,
ni tener un gurú que te diga
que hacer con tu vida.
Nosotros profundizamos en un par de frases, para comprenderlas,
cada semana un aspecto diferente
de la misma idea,
vivir Presentes y así permitir
que la Fuerza de vida nos guíe,
cómo a cualquier entidad de la naturaleza,
enlenteciendo el pensamiento que la bloquea.
Volver a la pureza de la mente calma
que le permite a cada uno
escuchar su corazón.
Esa comprensión usamos,
en un ambiente muy calmo,
para ir adentrando
a niveles cada vez más profundos,
hasta llegar a esa inmensidad que somos,
sin límites, sin condicionamiento,
sin memoria, sin historia.
Ahí sentimos el origen de todo
como el nuestro propio.
Eso profundiza la comprensión
y te da un alivio impresionante
al sentir que no hay ninguna separación.
Simplemente eso,
que te cambia todo.
Se despierta una sensibilidad muy especial.
¿Meditamos?