¿Desde dónde atiendo?
Lo que me sucede,
la experiencia de alguien,
lo que siento,
el pensamiento que me llega,
la emoción que surge,
¿desde dónde los atiendo?
Si es desde mi mente limitada, condicionada, repleta de información,
atenderé fragmentando y proyectando,
o sea, no será Percepción directa.
Cuando comprendo que soy un Ser infinito, atiendo sin condicionamiento.
Siendo así mi atención plena, no estaré agregando viejos sentires y pesares,
porque el Ser no los recuerda.
Al Meditar experimentamos ese Ser infinito.
Y al hacerlo seguido la mente se va habituando
a que muy desde otro lugar
atienda las reacciones de ella
y espontáneamente se disuelvan.